Aunque pasen los años y envejecemos cada vez un poco más, el espíritu infantil que tenemos todos no muere. Perdura con los días y aumenta con cada sensación familiar que nos remonta a todos esos momentos que vivimos en nuestra niñez.
Nos hace crear nuevas alegrías para poder hacer sobrevivir esos gestos de infancia con los que tanto disfrutábamos cuando solíamos tener 2 o 3 años.
A veces, por muy difícil que sea, recobrar nuestra niñez es cosa de segundos.
Y aún así, seguimos pudriéndonos por dentro con nuestras mentes absortas en necedades que crean los demás para que olvidemos todo aquello que era inocente y puro.
Y aún así yo sigo creyendo en que todo puede ser color de rosa...
Nos hace crear nuevas alegrías para poder hacer sobrevivir esos gestos de infancia con los que tanto disfrutábamos cuando solíamos tener 2 o 3 años.
A veces, por muy difícil que sea, recobrar nuestra niñez es cosa de segundos.
Y aún así, seguimos pudriéndonos por dentro con nuestras mentes absortas en necedades que crean los demás para que olvidemos todo aquello que era inocente y puro.
Y aún así yo sigo creyendo en que todo puede ser color de rosa...
2 comentarios:
Y no pierdas esa confianza, ese creer!
Cada vez son menos las personas así.
Hermoso blog,
un abrazo,
Todos somos niños siempre.
Sólo que no debemos maltratarlo.
Juega todos los días... Como cuando niños.
Saludos especiales
Publicar un comentario