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Niña con desvarios rancios, con tendencias psicopáticas hacia el vampirismo y a la fotografía, trepadora de árboles y aduladora de las estrellas, con un corazón semi-partido en dos, que cree aún en el principe azul, en santa claus y en el conejo de pascua.

martes, 23 de marzo de 2010

Mis Ex Happy Days


El título suena a esas típicas series gringas tal como "Mis Dulces 15" o algo así. Pero como siempre, terminé desviandome del tema.
Tube, por lo que recuerdo, alguna vez días felices. Eran como aquellos que presentan en las películas, con flores, chocolates finos y un apuesto galán acordándome que tan perfecto podía ser aquel momento. Pero cuando te das cuenta que en realidad aquellos momentos fueron producto de una gran farsa, una se siente total y absolutamente usable.
Siempre he buscado tener la relación de ensueño, esa que viene con el príncipe azul que te promete amor eterno, vivir juntos para siempre y tu palacio propio; pero lo más cercano a ello fue un vanal "eres el amor de mi vida" totalmente prostituído en aquelos labios demasiados ebrios y gastados.
Tener días felices no es algo tan fácil de encontrar. Ni un buen libro de auto-ayuda es capaz de equilibrar los malos días de una desde que la naturaleza creó "los días de niña" y los constantes cambios hormonales. Por culpa de ellos una llora como condenada o termina creyendo que todo fue culpa de una.
¿Cuando volverán esos días felices? ¡Quiero mis Happy Days de vuelta!

lunes, 22 de marzo de 2010

Explicación de la extraña llamada


Soy como las reverendas para decirte las cosas por teléfono, pero queria poder decirte la verdad. Me aburri de todo esto, de querer saber de ti pero temer a que andes con ese genio extraño que posees, o ser yo quien enrreda las cosas; el punto es que no quiero continuar con esto por que creo que tal vez podriamos tener algo. Esto me esta sobrepasando y te quize mucho, y me quiero lo suficiente para darme cuenta que me estoy dañando.
Esperé algo de ti que ni la primera vez pudiste darmelo, pero no te culpo, no pudiste hacerlo por mi. Y esta vez es mejor que dejemos todo tal cual está, sin hablarmos y cosas asi. Ni siquiera podemos mantener una conversación decente como deberia ser.
Recuerdo que cuando nos conocimos hablabamos horas, y ahora con suerte con minutos. Extraño al Sergio con el que solia bromear con el hecho de casarnos. Todo era mejor antes de decirte esa broma.
Tu dijiste una vez que si yo me aburria de ti, me dejarias ir como si nada y que no harias nada para retenerme, espero que esta vez sea posible, por que cada vez que volvemos a hablar y afloran los sentimientos, creeme, más me aferro a ti, y más me cuesta poder ser fuerte y sacarte de mis palabras.
No me arrepiento de no haberte llamado cuando estube en San Javier. Fue para mejor.
Espero que algún día puedas ponerte en mis zapatos y poder entender el por qué de mi actitud. Pienso que es madura, aunque igual tiene algo de niñeria, pero eso es algo natural en mi.
Un gusto haberte conocido, pero mejor hubiese sido jamas haber distorcionado nuestra amistad con el corazón.
Un abrazo (que no pude ni podré darte)
Dom.

domingo, 21 de marzo de 2010

Anecdotario

Parecía todo un sueño... El sonido no iba de acuerdo a lo normal, el movimiento menos. Pero al escuchar el estruendo de ese televisor sobre el suelo hizo que reaccionara: No era un sismo cualquiera, estaba viviendo mi primer terremoto.
Siempre nos enseñan a cuando ocurran incidentes como este, uno debe entrar en calma, pero el solo hecho de sentir el griterío de la gente, y ver como se cae tu casa, uno olvida las famosas prácticas del sistema de la operación deisi y solo insta a salvarse a si mismo y a quienes más quiere.
Recuerdo que lo primero que hice fue buscar a mis mascotas Madonna y Pepón, tomarlos entre mis brazos y aferrarme al umbral de la puerta con mis padrs y mi hermano. Debo confesar que los nervios me superaron y entré en un ataque de pánico.
Apenas paró, habia que evacuar todo, por que al vivir cerca del mar, existía la alerta de Tsunami. Tomé las pocas cosas que pillé (un abrigo, zapatillas y algo de vestir), subí al auto y me despedí de mi hogar.
Ver la autopista entre Concepción y Talcahuano fue espantoso. Ver el daño que habia causado el movimiento de las placas, el corte de luz, y la desesperación de la gente hizo que rompiera en llanto y la poca cordura que me quedaba se fuese a la punta del cerro.
Luego vinieron las explosiones, las sirenas y el intento desesperado de saber como estaban mis amigos, pero mi celular en ese momento no servia de nada. De alli que no hay como el teléfono fijo.
Creo que todo lo demás será una gran anécdota en mi vida.